Jack Vance escribió tres novelas cuyas historias transcurren en una zona concreta del universo, el cúmulo de Alastor, treinta mil mundos habitados por culturas variopintas. Por encima de ellas se alza el Conáptico, un tipo que, desde un distante palacio, impone leyes que todos deben seguir. Para ello usa a su inmenso ejército, la maza. Podría verse como un estado y su uso legítimo de la violencia, la cual es empleada, por ejemplo, contra los piratas, aquí llamados astromenteros. De vez en cuando, el Conáptico viaja y echa un vistazo en aquellos planetas que le interesen por algún motivo; pero lo hace de incógnito porque alguien de esa importancia, evidentemente, temerá ser asesinado o raptado durante toda su vida. Es la espada de Damocles.
Cada novela enseña una cultura diferente. En la primera, Trullion, el protagonista se alista en la maza y vuelve después de unos cuantos años. Ver de nuevo su planeta natal lo llena de nostalgia, pero pronto descubre que su familia le va a causar numerosos problemas: se dejan seducir por ideas peregrinas y venden importantes propiedades. En consecuencia, no le quedará más remedio que jugar al hussade, el deporte más célebre del cúmulo, porque pueden ganarse grandes sumas de dinero en él. Aquí Jack Vance hace una crítica a las sectas y demás grupos que pueden fagocitar a los incautos. Asimismo, enseña el rostro más feo que puede tener la soberbia. La trama es entretenida y se narran emocionantes partidos de hussade. Es un buen inicio de trilogía, aunque los partidos pueden resultar redundantes a pesar de estar bien resueltos.
En la segunda, Marune, se desarrolla la trama más compleja de las tres, una urdimbre de intrigas y personajes que conspiran entre sí. En contra de lo que pueda parecer, es fácil de seguir y mantiene la emoción en todo momento. No puedo entrar mucho en detalles porque no quiero destripar nada importante. El protagonista sufre de amnesia y no recuerda ni el planeta en el que vive. ¿Por qué le sucede eso? ¿Reprime un recuerdo doloroso? ¿Tiene un enemigo que lo quiso enviar lejos? La novela es notable, en mi opinión; sólo pueden ser molestas algunas descripciones superfluas y un final que, aun siendo satisfactorio, es un poco repentino. Con todo, fue mi historia favorita. Y la cultura que se enseña en ella es la más sugerente, distinta.
Por último, Wyst es un dardo contra el igualitarismo extremista; es decir, una ideología que propugna la igualdad absoluta: los ciudadanos deben tener lo mismo, comer lo mismo, carecer de cualquier tipo de formación que los eleve sobre los demás, etc. Todo ápice de individualidad es devorado por el colectivo. Se trabaja el mínimo de horas posible y sólo interesa el placer, un ocio continuado desde que se nace hasta que se muere. No hay especialistas consumados en alguna tarea, por ende, un problema que en otro mundo sería insignificante, como reparar un monitor, en Wyst se convierte en algo difícil de resolver. El robo no está mal visto y los inmigrantes no dejan de llegar, pues son atraídos por esa forma de vida. Vance mantiene el nivel y construye una novela perfecta para cerrar una trilogía excelente.
Nunca había leído a Jack Vance hasta ahora. Mi impresión es que destaca, sobre todo, en construir mundos muy bien detallados. También es un narrador muy bueno; sabe mantener el interés del lector en cada capítulo. Tengo ganas de seguir con su obra en el futuro. Por supuesto, lo recomiendo; aunque es importante tener en cuenta que su prosa es demasiado descriptiva a veces. Si eso no te molesta, adelante.
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