lunes, 1 de noviembre de 2021

El templo del mal elemental

 


Desconozco cuántos años habrá estado este libro perdido por ahí, oculto tras otros. Lo compré hace tanto que me había olvidado por completo de él y me llevé una sorpresa al encontrarlo, sobre todo porque el título me sonaba de algo. Una rápida búsqueda en la red aclaró el misterio: es la novelización de una aventura de Dragones y mazmorras, la cual creo que nunca salió traducida. También hay un videojuego con el mismo título. 

El protagonista es un elfo que, acompañado por su mentor, abandona su hogar para unirse al grupo de aventureros que echará un vistazo al templo del mal. El grupo, que se bautiza a sí mismo como «la Alianza», está formado por héroes arquetípicos de poco interés, incluso hay una druida sanadora. El único personaje con una pizca de carisma es el protagonista, Shanhaevel; aunque se abusa demasiado de su poder mágico para resolver las situaciones. Hay varios momentos donde todos se quedan esperando mientras le preguntan qué hacer, y Shanhaevel debe ir de un sitio a otro ayudando sin parar. Una existencia sufrida, la de este elfo abnegado y explotado. 

Como la narración es ágil y hay un asombroso número de combates, imagino que funciona en el terreno juvenil; empero, cualquiera que tenga varias lecturas a sus espaldas corre el riesgo de abandonar la obra, sobre todo en los capítulos finales, donde las peleas se suceden una tras otra sin descanso. La sensación es que se trata de una partida de rol, más que de una novela, y el lector se queda saturado de tantos movimientos y hechizos, y ataques, y cargas, y ogros, y esqueletos, y troles, y explosiones... Todo eso mientras acecha en la sombra el típico monstruo persecutorio y peligrosísimo. Al parecer, no había suficiente riesgo. Ya puestos, yo añadiría un par de magos gigantes que invoquen dragones. 

A mí me encantan los combates en las novelas de fantasía; son un reto porque es muy fácil describirlos de manera confusa. Pero todo tiene un límite. Me costó algo de esfuerzo terminar el libro, porque la tentación de empezar otro fue creciendo exponencialmente con cada nuevo enemigo.  

El villano tiene su propia línea argumental y aparece de vez en cuando para aburrirnos con sus cosas de malo; o sea, sus topicazos: esclavas, sirvientes sumisos, un malhumorado jefe demoníaco. No puedo decir mucho de estas partes porque no tardé en leerlas por encima, deseando que se terminasen cuanto antes. Sinceramente, creo que es uno de los villanos más flojos que he conocido en el género; no hay nada en él que me atraiga en ningún sentido. Y el combate donde despliega todo su poder, a pesar de que no está del todo mal, aparece cuando el lector está agotado de tanta acción. 

Me gustaría decir, como en otras ocasiones, que se trata de una novela entretenida a pesar de su mediocridad; sin embargo, aquí debo claudicar. No descarto que pueda gustarle a algunas personas, porque hay gente para todo; pero conmigo no ha funcionado. Además, la traducción no es de las mejores...

Es posible que esté siendo demasiado duro, así que haré una relectura dentro de un tiempo.