sábado, 11 de mayo de 2024

Magic The Gathering: Shandalar

 


Allá por el lejano noventa y siete apareció un videojuego de Magic, el célebre juego de cartas, con un título poco imaginativo: Magic. Según he leído, tuvo éxito en su época y pronto fue bautizado como Shandalar, el nombre del mundo donde se desarrolla la aventura. Como aún hay personas que lo juegan estos días, me dio curiosidad y no pude evitar probarlo. Un título con tanta longevidad debe tener algo bueno, ¿no? 

Pues sí, lo tiene, porque no pude parar de construir mazos hasta conseguir terminarlo. Al principio me pareció muy sencillo, incluso aburrido: caminar, comprar cartas en pueblos y hacer misiones. Demasiado simple. Sin embargo, pronto apareció un aviso: ¡están atacando un pueblo! En ese momento me di cuenta de que tiene más enjundia de lo que pensaba. Además de montar tu mazo y cumplir tareas, tienes que defender Shandalar de los ataques de cinco magos; es decir, de los cinco colores que están representados en el juego clásico. Cada mago tiene su fortaleza y debes derrotarlos antes de que uno de ellos conquiste tres pueblos. 

Cuando entras en una fortaleza, el mapa principal es sustituido por una mazmorra. En ellas hay enemigos, tesoros y el mago. Una vez derrotado, la fortaleza se destruye. Evidentemente, cuantos menos magos queden, más posibilidades hay de que conquisten los pueblos necesarios, ya que el evento sale a cada rato y es aleatorio. Por lo tanto, conviene ir a por los magos cuando ya tienes un mazo consistente. Si te arriesgas a hacerlo antes, con un montón de cartas comunes e inútiles, lo más probable es que te den una paliza. Además, perder un duelo significa perder una carta, porque se apuesta una carta al inicio. Mal asunto. 

Por supuesto, es posible hacer trampa y cargar una partida salvada. Eso ya depende de cada cual. Yo sólo lo hago si la pérdida es grande. Da pereza volver a buscar cartas que costó esfuerzo conseguir, como el Loto Negro o un Mox. Ni siquiera sé si es posible tener más de un Loto Negro, ya que sólo lo encontré en una mazmorra que desaparece cuando la abandonas. 

Uno de los mazos que usé. Se puede
mejorar, pero fue suficiente 

Como el mapa se genera al azar y se da libertad total a la hora de construir el mazo, las partidas son muy diferentes entre sí. Esto explica por qué hay personas que juegan Shandalar desde que apareció en el mercado. Lo cierto es que no hay nada similar, por eso algunos desean que se haga un remake. Podría ser algo espectacular si se hace bien; las posibilidades de mejora son muchas. 

Desgraciadamente, dudo que eso llegue a ocurrir: no creo que algo así le dé muchos beneficios a la compañía, más preocupada en este momento por su juego online. El interés de la mayoría supera al de la minoría, como decía cierto vulcano. 

Si quieres probarlo, hay una versión en Clásicos básicos. Ahí lo conseguí. También recomiendo el que, a mi juicio, sigue siendo el mejor juego de cartas en solitario que puedes encontrar en PC: DreamQuest. Sus gráficos son pésimos, pero el diseño es increíble. Yo lo pongo muy por encima incluso de Shandalar, aunque comprendo que este último tiene un encanto especial, único. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario