martes, 12 de mayo de 2015

Serial Experiments Lain


Visto Gantz, recordé otro anime interesante que años atrás consiguió fascinarme. Éste lo recomiendo con más entusiasmo; pero es necesario tener en cuenta que se trata de una historia densa, sosegada, llena de reflexiones profundas. Tenlo presente si quieres conocer a Lain, la chica protagonista. 

Ella es apagada e introvertida hasta que descubre una nueva realidad dentro de la realidad: el Wired, un entorno análogo a nuestro Internet. Lentamente, al tiempo que aumenta su fama y poder en ese universo, va perdiendo interés por la masa de conceptos antropogénicos que muchos perciben como el mundo real. Aquí hay un mensaje claro: el distanciamiento producido por las nuevas tecnologías, que ayudan al humano a alejarse de una existencia vana, aburrida. Sartre dijo que estamos condenados a ser libres; yo añadiría otra condena: la de no saber, encontrarnos rodeados de un misterio inalcanzable en la actualidad. El Wired sirve para huir de ese vacío donde Dios ha muerto, dejando sin ocupar un trono gigantesco. ¿Y qué queda tras ver el abismo? Impotencia, desesperanza y miedo que conducen a huir; huir igual que Chisa Yomoda, un personaje que se suicida durante el primer capítulo. 

En Lain tenemos existencialismo y búsqueda interior; ¿quién es Lain?, se pregunta la protagonista, ¿a dónde pertenezco? La trama evoluciona despacio, dándonos diminutas pistas sobre lo que sucederá en el fragmento final, trocando en cada episodio las posibles conclusiones del espectador para hacerle meditar. Tal vez dé, conocida la última escena, una falsa impresión de trivialidad: «¡Esto lo ha hecho el cyberpunk infinidad de veces!». No obstante, hay que poner en la balanza esos momentos que encienden el pensamiento. Lain es un anime especial, único, y debe ser valorado en su conjunto. Quizá los seguidores más acérrimos de la ciencia ficción sean capaces de vaticinar lo que ocurrirá; aun así, seguro que no se quedan decepcionados porque... pocas veces un desenlace llega a ser tan hermosamente dramático.

¡Y qué atmósfera! El zumbido recurrente de los postes eléctricos es el perfecto acompañamiento, fortalece a la trama, sirve de exordio a las angustiosas representaciones de la soledad existencial. También se trata de una pista importante de la que prefiero no decir nada: descúbrelo tú. Hazlo y comprenderás por qué no lo explico.

Supongo que una serie así puede echar para atrás a unos cuantos. Probablemente, algunos instantes resulten demasiado crípticos. Mi consejo, si te atreves con Lain, es que te dejes llevar: no trates de hacer que las piezas encajen, sólo disfruta del viaje. A mí me gustó tanto que se encuentra entre mis preferidas. Mientras la recordaba aquí, escribiendo mis impresiones, no dejé de pensar en verla de nuevo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario