viernes, 21 de marzo de 2025

Entrebrumas

 


Aunque es una de las obras precursoras del género fantástico, Entrebrumas no goza de mucha fama. No sé cuál es el motivo. Quizá no caló en el público por faltarle la épica de novelas posteriores, llenas de héroes combativos que recuerdan a los libros de caballerías. Lo que Hope Mirrlees escribió es más mundano, cercano; la trama se desarrolla en un pueblo y los personajes son personas sencillas. La fantasía se halla en un reino feérico que está prohibido, incluso se considera de mal gusto mencionarlo. 

Hay cierta similitud con Bosque Mitago, pues en ambas historias hay un mundo mágico próximo al que los personajes no acceden. La diferencia es que la trama de Entrebrumas es más rica y sugestiva, así que no genera frustración por retrasar el momento donde se muestra el lado fantástico. Además, éste permea de manera indirecta al pueblo que se cree inmune a él. Lo único que puede molestar a algunos lectores, con razón, es un inicio un poco pausado; pero merece la pena recorrerlo porque luego la historia despega y se vuelve interesantísima, ya que contiene grandes momentos catárticos que se cuecen a fuego lento. Si no destripasen la novela, me encantaría comentarlos porque son geniales. 

Lo que no vas a encontrar son los clásicos combates o monstruos temibles; Hope Mirrlees construye algo más complejo: una pequeña sociedad con sus costumbres particulares y enfrentada a un miedo atávico. Se rumorea que algunas personas han comido la fruta de las hadas, lo cual puede llevar a la locura, a desear ir más allá de los límites y adentrarse en el reino prohibido. Aunque desconozco la biografía de la autora, supongo que eso está relacionado con las censuras y las supersticiones de su época, los felices años veinte. Debe de ser una alegoría. También hoy existen algunos temas de los que es mejor no hablar. 

Dejando a un lado el inicio lento, la obra es notable, sobre todo durante el nudo y el desenlace. Los personajes tienen la profundidad necesaria; y los escenarios, una atmósfera cautivadora. Asimismo, el misterio subyacente en el pueblo consigue avivar la curiosidad; el lector quiere averiguar qué está sucediendo exactamente, quién es el responsable de que algunos jóvenes parezcan haber comido la fruta prohibida. Y cuando al fin se muestra el reino de las hadas, no decepciona: conecta bien con la idea que se ha ido dando a lo largo del libro. 

Por lo tanto, Entrebrumas es una obra muy recomendable que no ha envejecido mal del todo. Si buscas algo alejado de las hachas teñidas de sangre y los dragones que incineran, puede ser una buena elección. A mí no me gustó demasiado, si he de ser sincero, porque no es el tipo de fantasía que más me va; pero sí que me hizo disfrutar mucho en algunos momentos y me parece injusto que no sea más conocida. Podría encontrarse sin problemas en una lista de las mejores obras del género. No entre las diez primeras, por supuesto. Hay que reconocer que novelas como El señor de los anillos se hallan entre los mayores logros literarios; en consecuencia, serán difíciles de superar. 

Después de escribir esta reseña, busqué otras para ver si encontraba concomitancias con la mía. Me tranquilizó descubrir que, en efecto, no soy el único que tuvo las mismas impresiones sobre el inicio, porque siempre queda la duda de que sea una opinión errada. Intenta no abandonar la lectura antes de llegar al meollo. Tu paciencia se verá recompensada. 

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