viernes, 9 de mayo de 2025

El caso de los asesinatos de los Greene

 


No, no me equivoqué al poner la cubierta del libro; lo que ocurre es que fue traducido así. También lo tradujeron como La serie sangrienta. El título de la imagen tiene garra, al menos, y conecta más con la historia; pero el otro es confuso, parece que vas a leer un conjunto de relatos. Yo usé el original para la entrada. Aunque es más largo, me parece la mejor opción. La editorial Reino de Cordelia opina lo mismo, por lo que se ve, ya que también lo usó. 

Llevaba mucho tiempo sin leer nada del género detectivesco porque me centré en el fantástico y la ciencia ficción. Parte de esas lecturas fueron reseñadas aquí. Como necesitaba un cambio de aires, busqué un autor al que nunca me había acercado antes: S. S. Van Dine. Lo conocía por sus reglas para escribir novela policíaca, pero nunca abrí una obra suya. Empecé por la tercera —escribió doce con el mismo protagonista— porque era la que encontré en una librería de viejo. El investigador, Philo Vance, ya no es tan conocido entre los lectores. ¿Merecerá la pena esta lectura? ¿Habrá envejecido bien? 

Pues... sí, la respuesta a ambas preguntas es afirmativa. Van Dine tiene una prosa sencilla, precisa, y una gran empatía con el lector; es decir, le preocupa que cada capítulo contenga elementos que intriguen y hagan que la trama se mueva. Cuando parece que la investigación se ha anquilosado, sucede algo nuevo que la llena de vida otra vez. Y eso pasa desde la primera página hasta la última. En consecuencia, El caso de los asesinatos de los Greene es una obra excelente y muy recomendable. Imagino que se podrá decir lo mismo de las demás, pero aún son terreno desconocido para mí. Las leeré en el futuro. 

En ésta hay un buen argumento: alguien ha disparado a dos mujeres de una familia acomodada. El asesino, aparentemente un ladrón según la policía, se introdujo en la casa e intentó matarlas en sus dormitorios. Todos los investigadores, incluido Vance, están confusos porque no hay pistas suficientes que conduzcan a un sospechoso claro: el culpable puede ser un miembro de la familia, un sirviente o alguien que venga del exterior. Por supuesto, el número de sospechosos disminuye a medida que las pistas van apareciendo; así que el lector tiene la oportunidad de resolver el caso por sí mismo. Para facilitar eso hay un dramatis personae al principio

Lo cierto es que el concepto es poco original, por lo menos ahora; pero pienso que la ejecución de una idea es más importante que la originalidad. Y la novela está muy bien construida. No hay ningún capítulo que resulte aburrido, y el juego de ser un investigador que intenta adelantarse a Vance divierte lo suyo. Quizá un aspecto negativo, algo que puede molestar a algunos lectores, es un desenlace con algunas reflexiones que no aportan mucho: sumadas a las importantes, sobrecargan el texto y lo enlentecen un poco. Aun así, la revelación del asesino es emocionante y sorprendente. Yo no fui capaz de adivinar quién era, pero estuve muy cerca. Dine es bueno despistando. 

Si te gusta este tipo de historias, no es una mala elección. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario